Por Vero Batiz de Samar para InTrend Magazine

Con la naturalidad de un viajero anónimo, Alejandro Sanz recorrió las calles del Centro Histórico de Puebla como un turista más. Lejos de los reflectores, el intérprete de Corazón Partío se dejó envolver por la arquitectura colonial y el pulso cultural de una ciudad que respira historia en cada rincón.

Ataviado con un look casual, el cantautor español caminó frente a la Parroquia de Nuestro Señor San José, se perdió entre los colores del Callejón de los Sapos y se detuvo en la Plazuela del Tomo, dejando que la magia del entorno hablara por sí sola. Su paseo, casi en silencio y sin llamar la atención, se convirtió en un gesto íntimo antes de abrir una de las giras más esperadas del año.

Mañana, Sanz subirá al escenario del Auditorio GNP Seguros para inaugurar en Puebla su tour ¿Y ahora qué?, una serie de 24 conciertos que lo llevarán a recorrer la República Mexicana. Una propuesta que combina la grandeza de una producción de gran formato con la cercanía de un espectáculo que busca tocar fibras personales, incluso en escenarios multitudinarios.

Pero Puebla no solo es el punto de partida de su gira, sino también el telón de fondo de una nueva etapa en su carrera. El pasado 23 de mayo, Alejandro Sanz presentó su álbum ¿Y ahora qué?, compuesto por seis temas que reflejan una mirada introspectiva y renovada. Entre colaboraciones con Grupo Frontera, Manuel Turizo y un esperado reencuentro musical con Shakira, el disco ya ha dejado huella con títulos como Palmeras en el jardín y Hoy no me siento bien, esta última convertida en favorita instantánea del público.

La noche de Puebla promete ser mucho más que un concierto: será la celebración de un artista que, aun después de décadas de trayectoria, sigue encontrando en la música —y ahora también en sus paseos de incógnito— una forma de acercarse al alma de la gente.